miércoles, 25 de octubre de 2017

Lejos del juego



Existe un lugar en el mundo donde la gente nos unimos en lazos de afinidad. En el lugar del sentimiento sobreviven la calma y la histeria, la razón y la locura, el silencio y la palabra, el sueño y la realidad. Más allá de la libertad, existe la conciencia. Más allá de la irracionalidad, existe la cordura y, con ella, ese bendito razonamiento que nos hace bajar al barro y ensuciarnos como animales salvajes.

No existe nada más oscuro que el lado perverso de un sueño. Nada más insano que una pesadilla convertida en realidad. Nada más aterrador que un mal presentimiento. No existe peor razón para llorar que la creencia de una derrota; no existe más sosiego que el aplomo cuando eres capaz de saber que quizá la confianza debería ser el camino más corto para regresar al sendero de la fe.

Durante años hemos aprendido a vivir en un tobogán de sentimientos. Tan es así, que olvidados aquellos tiempos en los que éramos más comparsa que actor principal, nos hemos hecho presos del puño cerrado y el diente apretado. Hemos aprendido que sufrir no significa perder por decreto sino que sufrir es ganar sudando y terminar achicando hasta el alma en el último segundo. Sufrir va más allá del convencimiento, porque sufrir no es dormir como un mártir sino mantenerse despierto aferrado al latido de un puñado de valientes.

Pero el valor del logro es más cercano cuando se busca desde el afán y se encuentra desde el empuje. Es más fácil creer con la pelota que sin ella. Es más fácil saber con el buen juego que ser un ignorante con los ojos cerrados. Todos sabemos, por predicción y por costumbre, que aquel que atormenta a sus seguidores con irracionalidad y mal juego, termina perdiendo la partida porque este póker no admite faroles. Está muy bien eso de que el Atleti es un equipo que sabe estar, que sabe defender y que sabe competir. Pero todos sabemos que cuando ha sabido jugar, todo le ha resultado más sencillo. Todos sabemos que cuando se ha olvidado del juego, a la larga, también se ha terminado olvidando de ganar.

No hay comentarios: