viernes, 6 de abril de 2018

Capricho de El Flaco

Antes de convertirse en el semi dios que se consagró como el gurú del barcelonismo moderno, Cruyff era un tipo de caprichos excelsos que llegó a extasiar, y mucho, a la grada del Camp Nou. Cierto día se le antojó el fichaje de un paraguayo del que nadie había escuchado hablar. Llegó a mitad de temporada, le puso de titular en un partido contra el Real Madrid y apenas se volvió a saber de él. Sabemos que le marcó un gol al Málaga porque quedan imágenes que así lo atestiguan. Aquel debió ser su único y último partido como titular. De posición incierta, en uno de sus vaciles habituales, Cruyff le puso el número cuatro y le situó en una situación intermedia entre el centro del campo y la delantera. En el mismo lugar en el que Bakero, durante los siguientes años, sentaría cátedra y escuela.

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